Es noma habitual y recomendable que cualquier empresario proteja los activos de su empresa con un buen seguro , con el objeto de cubrirse a de diversas causas imprevistas que menoscaben su patrimonio empresarial.

Mayoritariamente, los seguros inicialmente contratados van ligados al activo Fijo de la empresa, me refiero al continente (Edificio ) y todo su contenido ( mobiliario, maquinaria, existencias, etc.. ) , la razón principal es que se trata de un capital importante concentrado en una situación de riesgo única , en la que un siniestro como puede ser un incendio puntual puede eliminar todo el patrimonio, y causar la desaparición de la empresa.

Sin embargo, La nave industrial y todo su contenido, es un riesgo cotidiano y controlable, en el que el empresario supervisa diariamente su funcionamiento y puede establecer cuantas medidas preventivas quiera (detección de humos, alarma de incendios y robo conectada a central de vigilancia, vigilantes privados) para prevenir un siniestro o aminorar las consecuencias del mismo.

Pero que ocurre cuando las mercancías o sus facturas salen de este ámbito protegido al mundo exterior, pues sencillamente se pierde el control, el poder ya no es del empresario o del vendedor , el poder ahora lo tiene el transportista y el cliente o deudor.

¿ no es más importante cubrirse de lo que no se puede controlar?

¿ La mercancía llegará a su destino sana y salva ?
¿El deudor pagará la factura ?

En ambos casos , si bien no hay una concentración de riesgo como en la situación de la nave industrial, si que la mayoría de empresas tiene un riesgo muy importante de que tanto las mercancías no lleguen correctamente a su destino y que las facturas no se liquiden por el deudor., en cuyo caso la rentabilidad de la empresa quedaría seriamente dañada , pudiendo incluso peligrar su supervivencia como entidad.

En el activo circulante no podemos poner un vigilante a cada paquete que garantice la correcta entrega de la misma o a un cobrador que nos asegure el cobro de las facturas, YA NO HAY CONTROL, lo único y lo recomendable que puede hacer el empresario es contratar un seguro de transportes y un seguro de crédito adecuado a sus necesidades particulares.

La siniestralidad por morosidad B2B se encuentra en unos niveles moderados, lo cual repercute en primas de seguro de crédito muy competitivas , por lo que en términos económicos, AHORA es el mejor momento para asegurarse de futuras pérdidas por impago de los riesgos comerciales.

 

Jordi Maeso
Director de Manubrok.
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